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liderazgo

La Función del Líder de Hoy: Crear un Nuevo Normal

1 junio, 2020 by pastorcarlosvelez
Liderazgo
Carlos Vélez, liderazgo, nuevo normal, oikosusa

El líder es aquel que ve más que los demás y primero que los demás. Durante este tiempo difícil, la incertidumbre ha reinado en la vida de las personas alrededor del mundo. Es en este tiempo donde el liderazgo es más necesitado y demandado. De acuerdo con el Dr. Abel Ledezma, el líder debe poseer la capacidad de ofrecer varias cosas:

  1. Una esperanza continua a aquellos que lidera.
  2. Gracia y compasión en el trato a otros.
  3. Consideración escuchando donde está el corazón de otros.
  4. Paciencia y calma en la respuesta de otros.
  5. Preparación, demostrando su capacidad de ofrecer lo mejor en momentos difíciles.
  6. Una comunicación continua.
  7. Tener y proyectar confianza.
  8. La habilidad de definir el presente y ser entendido en los tiempos.

Tristemente para muchos esta no es la realidad. La crisis es un separador. Separa a los que pretenden de los que son verdaderamente líderes. Una de las tareas más difíciles del liderazgo es poder conocer el pasado para no repetirlo, definir el presente para poder comprender los tiempos y ver al mañana para poder liderar en la visión por alcanzar. Para muchos este es un año perdido, pero si usted es un verdadero líder sabrá que es todo lo contrario, es un año de oportunidades. Es durante la crisis que los cambios son esperados, necesitados y este es el momento de crear agilidad en nuestras organizaciones.

Nosotros no somos los lectores de nuestra vida, somos los escritores de nuestra vida. Usted puede sentarse a esperar que alguien mas defina su futuro o comenzar a construirlo hoy. Para ello tenemos que dedicar tiempo a la reflexión y el pensamiento. Ese tiempo de pensar no puede ser exclusivamente el resultado de una crisis. Pensar y reflexionar debe ser un ejercicio diario en nuestras vidas. “Las ideas tienen un tiempo de expiración. Siempre es mejor actuar en ellas antes de que expiren” dice el Dr. John C. Maxwell. Para muchos, sobre pensar las cosas no es una señal de sabiduría sino una barrera para no actuar. En tiempos de incertidumbre el líder debe pensar y comenzar a forjar lo que será el nuevo normal para su vida y la de los demás.

He desarrollado cuatro preguntas que le ayudarán a comenzar esa tarea. Preguntar y reflexionar es indispensable en este proceso. La manera en que nos preparamos hoy determina cuanto tiempo pasaremos reparando en el futuro. Recuerde, la mayoría de las personas se sienten menos estresadas con las malas noticias que con la incertidumbre. Usted no es responsable de tener todas las respuestas, sino las necesarias para tomar el próximo paso. Es esta la razón por las que estas cuatro preguntas le ayudarán y estimularán a comenzar a construir este nuevo normal. Estas son:

  • ¿Qué se debe MANTENER en su lugar?

Hay conductas, actividades y distribución de tiempo que fueron modificados durante este tiempo de crisis. Esos cambios han traído resultados que para muchos han sido beneficiosos. Más tiempo para la lectura, compartir en familia, gastar menos dinero en cosas innecesarias entre otros, más tiempo para ejercitarnos física, mental y espiritualmente. ¿Qué de esas cosas deben permanecer en este nuevo normal? Si algo hacen las crisis es que revelan otras crisis. Es posible que haga falta alguna reflexión sobre cómo mejor utilizar nuestro tiempo, talentos, tesoro, testimonio y templo en esta nueva etapa de nuestras vidas.

  • ¿Dónde hay que crear MARGEN?

Tener margen es el espacio entre lo que recibimos y gastamos. Eso no solo aplica a nuestra vida financiera, aplica en cada área de nuestro ser. En muchos momentos en el pasado es posible que usted viviera al máximo, utilizando cada segundo, cada centavo, cada momento, cada relación y se ha dado cuenta que hay una mejor manera de vivir creando un espacio donde respirar, eso es margen. Crear margen es indispensable en nuestras vidas y en las de otros porque les permite manejar con eficacia los imprevistos de la vida y crea espacios para la reflexión y el descanso en momentos ausentes de crisis. Tener margen habla de nuestra capacidad como buenos administradores de nuestra vida y de muestro deseo de amar y cultivar lo que se ha puesto en nuestras manos.

  • ¿Dónde se puede MAXIMIZAR?

En momentos de crisis nuestra creatividad aflora. Parte de esa creatividad es utilizar información y tecnología que no habíamos accesado antes. Reuniones que pensábamos que tenían que ser presenciales hoy son virtuales. Documentos que requerían nuestra firma física, hoy no lo requiere. Transacciones bancarias y cursos que creíamos debían ser hechas personalmente, hoy se logran de manera digital. La crisis de este tiempo nos ha enseñado que podemos maximizar nuestro tiempo abrazando tecnología y servicios que habían estado ahí antes, pero por alguna razón no lo habíamos hecho. Maximizar no es trabajar más, es trabajar inteligentemente. Es tomar las herramientas disponibles hoy para alcanzar las metas de mañana. Su resistencia a los cambios revertirá en el atraso de las metas planteadas y la garantía de que nunca estará en primer lugar.

  • ¿En qué área debemos MOVERNOS de donde estamos?

Una de las cosas que he notado mientras converso con líderes semanalmente es como se van dando cuenta en esta crisis en las áreas donde están obsoletos, estancados o no han crecido en mucho tiempo. Movernos requiere tres decisiones: conocer donde estamos, conocer a donde queremos llegar y lo que nos hace falta para alcanzarlo. Mientras la mayoría de la población se pregunta cuando regresaremos a lo normal, el líder sabe que no regresaremos, sino que nos moveremos a una nueva. Lo que conocemos y hacemos nos trajo a donde estamos hoy, si deseamos llegar más lejos entonces tenemos que aprender más y crecer a la altura de los tiempos. Moverse requiere decirle adiós a algo para poder darle la bienvenida a algo nuevo. Eso es el trabajo del verdadero líder.

Contestar estas preguntas debe ser el principio de ese tiempo de pensar y reflexionar para forjar un nuevo normal. Tanto a nivel personal como organizacional las respuestas a estas preguntas le ayudaran a tener y ofrecer dirección. Es posible que haya escuchado la frase “piense fuera de la caja”. En tiempos buenos, debe “salirse de la caja” y en tiempos de crisis debe “destruir la caja”. Su actitud a los cambios y su participación en ellos determinará su liderazgo hoy y el futuro de su organización. Manejando tiempos de crisis en su liderazgo el Apóstol Pablo estableció: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos” (2 Corintios 4:7-10 RVR 1960).

Le invito hoy a pensar, a reflexionar, a contestar preguntas y a crear preguntas y a saber que lo que ocurra o no ocurra hoy determinará el nuevo normal. Ese nuevo normal será el que usted lidere o el que lo lidere a usted.

Escríbeme tu comentario sobre este blog y otras preguntas que pienses que deben ser incluidas al crear un nuevo normal.

Comentaristas y Comunicadores… ¿Cuál Eres Tú?

1 septiembre, 2019 by pastorcarlosvelez
Liderazgo
#terminabien, Carlos Vélez, comunicación, liderazgo

Una de las cualidades que deben ser constantemente desarrollada en los líderes es la de ser buenos comunicadores. La habilidad de poder transmitir un mensaje en el “idioma” del que lo recibe no es una tarea sencilla de lograr. Tristemente, veo una y otra vez que, en vez de tratar de comunicar, muchos líderes se convierten en comentaristas. Un comentarista es alguien que ofrece su opinión sobre un tema en particular, pero no ocurre transformación de vidas. Los verdaderos líderes no crean seguidores, crean más líderes. El desarrollo del liderazgo está directamente ligado a la capacidad de poder comunicar y no simplemente de comentar.

Existen cinco diferencias básicas entre un comentarista y un comunicador que quisiera compartirte:

1. Un comentarista está orientado a sí mismo y un comunicador está orientado a la audiencia.

Un comentarista está concentrado en lucir bien, que sus presentaciones estén de manera llamativa, que su ropa esté combinada y su apariencia impecable. Todo es acerca de ellos mismos. Un comunicador está orientado a la audiencia, cuán cerca o lejos está de ellos, si pueden escucharle bien, si las sillas son cómodas para la cantidad de tiempo que le escucharán, si puede verlos a los ojos. Un verdadero comunicador siempre se enfoca en su audiencia.

Cada vez que viajo a compartir me hacen la misma pregunta: ¿cómo quiere ser presentado? Esto es lo que sé. Si soy un buen comunicador, no necesitaré una gran presentación, y si soy un mal comunicador, la gran presentación no me ayudará. Por eso, es mejor enfocarse en los demás y no en uno mismo.

2. Un comentarista está orientado al tema y un comunicador está orientado al ambiente.

Cuando comencé como orador, recuerdo a profesores y amistades que, una y otra vez, me sugerían que en cada oportunidad para hablar debía demostrar cuánto había aprendido. Eso me volvió totalmente inefectivo y distante de la audiencia. En el momento que tuve un interés genuino por el bienestar del oyente y me hice preguntas para ponerme en su posición, mi estilo de comunicación cambió. ¿Por qué alguien debe escuchar a otra persona que no se interesa en añadirle valor a su vida? Estar orientado al ambiente es garantizar que, bajo las circunstancias en las que te comunicarás, las barreras y obstáculos para esa comunicación serán removidas.

C.S. Lewis decía: “No utilices palabras muy grandes cuando hables. Habla lo más claro posible que puedas. Si utilizas todas tus palabras en el discurso, no tendrás otras para responder a las preguntas que te harán luego del discurso cuando descubras que nadie te entendió”.

3. Un comentarista habla de lo que tiene en la cabeza, pero un comunicador habla de lo que tiene en el corazón.

No estoy en contra de ser competente en la información que se comunica. Tampoco creo que no debe ofrecer ningún estímulo intelectual, todo lo contrario. Pero, es sumamente difícil para una persona que pretende comunicarse con otra, que no se desarrolle primero una conexión a nivel emocional o de experiencias. Nosotros nos ganamos el derecho a pararnos en una plataforma para comunicarnos debido a nuestras fortalezas, sin embargo, son nuestras debilidades las que hacen que nos podamos conectar con los oyentes. Son mis errores, mis luchas, mis conflictos, y cómo hemos trabajado y vencido, o no, con ellos lo que nos conectan y hace que la información fluya de nuestra voz a sus mentes y corazones.

El cineasta norteamericano John Ford, hablando a sus actores en la grabación de la película “Stagecoach”, dijo: “Puedes hablar bien si tu boca puede entregar el mensaje de tu corazón”.

4. Un comentarista ama hablarle a la gente, pero un comunicador ama a la gente que le habla.

“Jamás venceremos obstáculos haciéndolos más pequeños, sino haciéndonos más grandes”, dijo el Dr. John C. Maxwell. Nada nos hace más grandes como comunicadores que amar a aquellos que nos dan el privilegio de comunicarnos con ellos. No es hasta que demostramos que amamos a los que pretendemos que nos escuchen, y sepan de nuestro deseo de añadirle valor, que la verdadera comunicación ocurre. Tenemos el mundo lleno de personas que tienen una opinión para todo, especialmente sobre lo que no saben. Pero, solo cuando demostramos verdadero amor, interés y una búsqueda genuina de agregar valor a otros, es que lograremos hacer una diferencia y comunicarnos. Un comentarista desea ser escuchado, un comunicador escucha a través de sus palabras.

5. Un comentarista está orientado a la información, pero un comunicador está orientado a la acción.

Transmitir información nunca será suficiente si no hay un paso que dar, una decisión que tomar y un paradigma que cambiar. El simple hecho de compartir información hace de cualquier orador un absurdo, ya que en esta era digital, la información puede ser adquirida en múltiples fuentes. Lo que sigue haciendo a la presentación oral una fascinante es la capacidad de entender, explicar y retar al oyente. Un comentarista se siente realizado cuando puede exponer lo que sabe. Por su parte, un comunicador se siente realizado cuando los cambios que ha tenido que hacer en su vida, son el modelo para que ocurran cambios en otros. Es por esto que Benjamín Franklin declaró: “Es mejor bien hecho a bien dicho”.

Jesús era un gran comunicador. Él tenía una habilidad especial para conectarse con la gente y ganar su atención. Uno de los aspectos relevantes de Jesús como comunicador, era su capacidad para establecer puentes de conexión con su audiencia. Esto lo hacía creando un contexto común entre él y su receptor. Este aspecto es fundamental en un comunicador que quiera lograr efectividad. Para muchos, Sus mejores discursos fueron las Bienaventuranzas, para otros, las Parábolas. Para mí: ¡LA CRUZ!

Un comentarista o un comunicador… ¿Cuál eres tú?

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